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Juan Sainz de los Terreros

Mi cartera (22/09/08)

Voy a hacer un repaso a «mi cartera».

Ya comenté desde hace varios meses que no creía que era un momento oportuno para tener mucha exposición a renta variable. Como mucho tendría un 15% en renta variable.

Sigo pensando lo mismo. Podemos perdernos rebotes importantes, pero no creo que el horno esté para muchos bollos. Mejor seguir esperando para «arriesgarnos» más a la renta variable.

Esta exposición a la renta variable, dependerá mucho de cada uno, pero insisto que no creo que haya muchas oportunidades y que los riesgos son altos para tener una exposición alta en renta variable.

Por lo tanto, con más del 80% en renta fija del Estado, corporativa de buena calidad, depósitos o pagarés, obtendremos sin apenas problemas un 5% de rentabilidad anual (en esta «pata», la «pata» de renta fija).

En cuanto a la pata de renta variable, elegí hasta hoy dos acciones del Ibex 35. Telefónica y BBVA. Las dos las compré bajo un análisis sobre los dividendos que pagan las compañías. El «análisis por dividendo»  creo que es un buen análisis para la época que vivimos. Éste es un método de valoración mediante el descuento de los dividendos futuros dado un crecimiento futuro y una tasa de descuento. Asume que la compañía va a crecer en el futuro a un ritmo constante (g). Esta fórmula suma perpetuamente el valor descontado de los dividendos futuros a un precio actual. Ésta es su fórmula:

Es decir que tomamos el dividendo esperado para el año que viene, asumiendo que como mínimo recibiremos todos los años este dividendo, el cual irá creciendo a una tasa constante «g». Dejamos de lado muchos aspectos que harán mejorar la valoración de la compañía y por tanto que hacen subir su valoración. Así que sólo descontando los dividendos creo que somos muy prudentes y que sacamos un precio relativamente bajo y por lo tanto «barato» de la empresa analizada. Para que sea una valoración buena, debemos escoger muy prudentemente las tasas (crecimiento y descuento) y el dato del dividendo. Además debemos «creer» en la compañía y en el sector en el que se encuentra. Es decir que debemos «creernos» que la compañía está capacitada para pagar un dividendo a futuro. Es decir, que el atractivo de la inversión está en asegurarnos como mínimo el dividendo y además podremos aumentar nuestra rentabilidad si la acción sube.

De este análisis me salió que comprar Telefónica por debajo de 16,60 euros por acción y BBVA por debajo de 11,23 euros, eran compras «atractivas». De ahí que comprara acciones de Telefónica a 16,50 euros el 23 de julio y acciones de BBVA a 11,23 euros el 15 de septiembre. Si ambas compañías mantienen los dividendos que descontamos, cobraremos más de un 6% en nuestra inversión en Telefónica y en BBVA.

Qué ha ocurrido con estos valores. En Telefónica hemos conocido varias noticias que han reafirmado mi apuesta. La semana pasada, con toda la volatilidad y con los elevados descensos registrados en los mercados hasta el viernes, apenas vimos a la acción de Telefónica por debajo de los 16,60 euros. En BBVA, sí es verdad que la semana pasada vimos a su acción casi un euro por debajo de cómo la compré, pero parece que ha recuperado el terreno y ya cotiza un 3% por encima del 11,23 euros (precio al que abrí la posición). El sector financiero va a necesitar tiempo para volver a ser un sector fuerte, pero creo BBVA va a poder salir airoso de esta crisis y por tanto creo que por lo menos podremos cobrar el dividendo esperado con una tasa de crecimiento modesta. Si aumentara su dividendo o creciera de una manera más fuerte a la descontada seguro que la acción subirá y cotizará por encima de 11,23 euros, lo que hará más rentable nuestra inversión.

Por lo tanto, hoy por hoy, en la «pata» de renta variable, cobraría más de un 6% en concepto de dividendo y las acciones de ambas compañías cotizan por encima de como las compré.

Para los tiempos que vivimos, creo que está muy bien.

En definitiva, creo que hoy a que elegir empresas consolidadas, con cuentas «sólidas» y con fuerza para mantenerse durante estos difíciles meses que vivimos y que nos esperan. Además, no tendría más de un 15% en renta variable, ya que nos podemos equivocar y podemos tener un descenso en la cotización de nuestras acciones importante. En ésta época, más que nunca, la precaución debe ser extrema.

Además de estas dos empresas, aposté por el dólar cuando estaba a 1,5640. Está hoy por el entorno de 1,4690, por lo tanto ganamos unas 10 «figuras», más de un 6%. Con todo lo ocurrido la semana pasada, el dólar no va a vivir un buen ambiente para seguir fortaleciéndose pero creo que a largo plazo sigue siendo una apuesta interesante ya que Europa tampoco es que lo vaya a hacer mucho mejor que EEUU. Si cambiara mucho la situación macro de EEUU (a peor, difícil) y de Europa (a mejor, podría ser) y si la cotización superara la media de 200 sesiones, la cual está por encima de 1,51 dólares por euro, cerraría la posición. Analizaré en otro post la evolución del EURUSD.

A lo mejor no sacamos una rentabilidad espectacular, pero creo que tener la mayor parte de nuestra cartera en renta fija y con un 15% como mucho en renta variable y en empresas tipo Telefónica y BBVA, compradas a unos «precios atractivos» es una buena estrategia para «dormir» tranquilos en cuento a nuestras inversiones se refiere.

Dejo una tabla con mis inversiones en renta variable y en divisas, con ganancias «latentes», es decir, no ejecutadas: