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Juan Sainz de los Terreros

Zinkia: capital mexicano para su renacer

pocoyo y amigos

La situación de Zinkia es muy delicada. Vive su peores momentos desde que debutara en el MAB con una situación financiera muy grave y con unas tensiones de tesorería muy elevadas. Esta situación ha provocado que tuviera que presentar “preconcurso de acreedores” hace unos días antes de que vencieran esta semana los bonos que emitió en 2010.

A pesar de la difícil situación que vive Zinkia, yo siempre he sido positivo con el futuro de la compañía. Y soy positivo porque tiene un producto que para mí vale mucho, la marca Pocoyó. Si tenéis amigos o conocidos en EEUU o México, preguntarles si allí ven Pocoyó. Raro será el padre o la madre de un niño pequeño que no conozca a Pocoyó y que no te diga que sus hijos pequeños lo ven a menudo. Esto tiene un valor, no sé cuánto, pero es un valor elevado.

La compañía está claro que no ha sabido gestionar las finanzas ni sus cuentas adecuadamente. Los motivos pueden ser varios. Pero sí han conseguido tener una marca global a nivel mundial que entiendo que se podrá monetizar durante los próximos años y que debería dejar unos beneficios importantes siempre y cuando la relación ingresos y gastos sea la correcta.

Por lo tanto, a pesar de la compañía entrar en preconcurso, mi visión es la misma que la que tenía este verano. Es difícil afirmar nada y menos en bolsa, pero para mí la compañía vale como mínimo un euro por acción y creo que podríamos ver la cotización de aquí a uno o dos años cerca de los 2 euros. Esta es mi visión particular la cual puede estar equivocada. Pero lo importante para mí ahora es que en el peor de los escenario, y hablo de la liquidación de la empresa, la marca Pocoyó creo que debería hacer frente a las deudas de la empresa y a pagar un euro por acción. Por un lado no creo que se llegue a liquidar Zinkia. Y por otro lado, creo que antes o después las buenas noticias empezarán a llegar. En cuanto la situación financiera de la empresa se estabilice, la sensación tan negativa que hoy despierta Zinkia en los mercados, cambiará y el futuro se verá de otra manera.

Pero para que llegue esta situación, primero la compañía debería refinanciar sus bonos y su deuda financiera. En ello está. Debería conseguirlo antes de fin de año o tener por lo menos en enero de 2014 todo más o menos atado para salir cuanto antes de la situación de “preconcurso”. Después debería venir una ampliación de capital. No queda más remedio que ampliar capital.

Aquí es donde parece que de nuevo entran los mexicanos en escena. Y digo de nuevo, porque hace poco conocimos que inversores mexicanos había llegado a Bodaclick para sanear sus cuentas y para darles el apoyo económico necesario para poder seguir creciendo durante los próximos años. La compañía va a emitir unos bonos convertibles en acciones, valorándose a Bodaclick en esta conversión entre 20 y 30 millones de euros. Esta valoración fija un rango de precios en Bodaclick que va de los 1,24 € a los 1,85 € cuando hoy en bolsa ha cerrado a 0,43 euros.

Ahora le toca a Zinkia buscar en México el capital necesario para “renacer” y resurgir. Parece que el empresario Miguel Valladares, propietario de un holding de medios, podría terminar siendo la tabla de salvación del dueño de Pocoyó. Y digo lo de “renacer” porque si entrara este inversor en el capital de Zinkia, probablemente su presidente, Jose María Castillejo, pierda la mayoría que hoy posee y por lo tanto, la compañía entre en una nueva etapa.

Habrá que ir por pasos y ver qué va ocurriendo con Zinkia. Primero supongo que debería venir un acuerdo con los bonistas de 2010 el próximo 9 de diciembre. Luego se debería conseguir la refinanciación total de la deuda financiera de la empresa y más tarde la ampliación de capital. A partir de ahí, si Pocoyó sigue la evolución normal que lleva en audiencias, creo que se empezará a hablar del negocio, lo cual será muy positivo para Zinkia y para la evolución de la cotización de su acción en bolsa.

Pero lo dicho, paso a paso.