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Juan Sainz de los Terreros

Seguimos

Tras un duro golpe como el recibido en el MAB hace unos días, ya comenté que por lo menos por mi parte lo que iba a hacer es levantarme, aprender y seguir hacia delante.

Se ha escrito mucho en estos días y se han hecho muchos comentarios en diferentes webs, diarios digitales, blogs, etc. Me han entrado muchas ganas de contestar a muchos de ellos y dar mi opinión sobre lo ocurrido con Gowex. Al final he preferido no entrar a valorar de manera pública muchas de las cosas que se han dicho y he preferido no entrar en más polémicas. Mi opinión sobre lo que ha pasado ya la he dado en este blog y toca pasar página. No tengo tampoco ningún problema en comentar de manera privada con quien quiera cualquier cosa como ya lo he hecho y seguiré haciendo si se hace desde el respeto. También estoy abierto a escuchar cualquier crítica que se haga de manera constructiva.

Aunque cada uno es responsable de sus inversiones, sé que había muchas personas que me seguían y que pensaban que podía tener razón al decir que invertir en Gowex era una buena oportunidad de inversión. No lo ha sido. Analizaba algo que era mentira y no fui capaz de frenar mi optimismo. Así que entiendo que muchas de las personas que me seguían estén disgustadas por lo ocurrido. De verdad que siento mucho lo que ha pasado y reitero mi disponibilidad a hablar de este tema o de cualquier otro con quien quiera hacerlo.

Pero sinceramente, creo que toca avanzar y no anclarse a un tema que está visto para sentencia.

Por otro lado, siempre he comentado los riesgos que supone invertir en el MAB. Y lo malo es que algunos de los riesgos se cumplen y hacen mucho daño. Invertir en el MAB no es para todos los públicos y de hecho la gran mayoría de los inversores no son aptos para este tipo de inversiones. Tenemos que saber que la “mortalidad” de este tipo de empresas es mucho mayor que por ejemplo las empresas que cotizan en el Ibex 35. Dejando de lado los fraudes y engaños, los cuales están en todos los mercados e índices, una compañía que cotiza en el MAB tiene muchas más probabilidades de caer por la naturaleza misma de este tipo de compañías. La competencia en un momento dado les puede barrer de manera mucho más rápida que a una empresa grande, tienen menos recursos para salir de una crisis financiera, son mucho más vulnerables, etc. Por lo tanto, invertir en este tipo de empresas es invertir en empresas con mucho riesgo además de tener que asumir que algunas de ellas desaparecerán. Por otro lado, cuando una pequeña empresa tiene éxito, puede crecer mucho en poco tiempo y esto suele venir acompañado de una subida muy  importante en bolsa. La clave es que los aciertos supongan más beneficios que las pérdidas de los errores cometidos. Todo esto ya lo sabía y lo he comentado en varias ocasiones.

En mi caso, mi exposición a una sola compañía era muy elevada y por tanto el riesgo asumido era extremadamente alto. Lo sabía y entendía que estaba justificado. Pero también sabía que si salía mal, el impacto en mi cartera iba a ser importantísimo como al final ha ocurrido. Toca asumir pérdidas y continuar.

Desde 2012, pongo mi cartera real en cuanto a mi exposición y rentabilidad conseguida. También he comentado que iba a hacer una simulación de lo que ocurriría si se invertían 10.000 euros en la cartera que tengo desde ese año (2012). Pues tras dos años muy buenos (2012: +38%; 2013: + 324%) este año toca registrar fuertes pérdidas. Suponiendo que este año mi cartera caiga un 75% puede parecer que todo está perdido y que va a ser difícil remontar. Lo primero es que creo que se puede remontar y lo segundo es que a pesar del palo recibido, los 10.000 euros a los que me refería si los hubiera invertido en enero de 2012, este 2014 terminarían siendo 14.612 euros. Es cierto que paso de cerrar 2013 con más de 58.000 euros a terminar un año después con 14.612 euros (si lo termino con un 75% de caída).

Evolución Reto Juanst 20130721

Así que por mi parte seguiré invirtiendo a pesar del golpe recibido. Evidentemente alguna lección he aprendido y la pondré en práctica. Pero esto no me va a apartar de seguir invirtiendo en el MAB, sabiendo donde invierto, sabiendo los riesgos que asumo, sabiendo que alguna empresa caerá por las condiciones del mercado pero sabiendo también las oportunidades que hay y las grandes inversiones que podemos realizar.

No quiero terminar sin insistir en que cada uno debe de tomar sus propias decisiones de inversión. No guiarse por nadie. Analizar bien qué es lo que le puede ocurrir a la hora de invertir en determinadas empresas. Y si no lo ve claro o no quiere asumir pérdidas, que no invierta.