Zinkia ha presentado unos resultados del primer semestre que han sido como un gran jarro de agua fría, por lo menos para mí. Las previsiones para el año eran espectaculares y yo por lo menos esperaba que los resultados de estos primeros seis meses fueran como mínimo como los del primer semestre del año pasado para pisar el acelerador en la segunda parte del año y presentar una cifras muy positivas. De todas formas, las previsiones eran tan espectaculares para 2013 y habían incumplido tantas veces las previsiones dadas en años anteriores, que prefería reducirlas en un 40%, es decir, que sólo estimaba que iban a cumplir el 60% de lo esperaban para este año. Para 2014 reducía la previsiones aún más, hasta el 50% de las cifras previstas por la compañía. Aún así, me salían unos ratios muy atractivos y decidí volver a comprar acciones a 1€ este mes de mayo (mi anterior compra fue en julio de 2012 a 0,72€).
Por lo tanto, aunque el presidente intentaba tranquilizar a los accionistas diciendo que ellos no hacían previsiones semestrales y que había que esperar al año completo para decir si cumplían o no, las cifras presentadas han sido decepcionantes.
A estos malos resultados se ha unido la grave situación financiera de la empresa. La necesidad de financiación era imperiosa. Necesitaban dinero y la última opción que intentaron para conseguirlo fue la emisión de bonos al 11%. El plazo para solicitar los bonos terminaba el 31 de octubre y de nuevo llegaron malas noticias para la compañía. No conseguían el importe esperado, cancelaron la emisión y comunicaron que entraban en preconcurso de acreedores.
La situación de “preconcurso” no quiere decir que la compañía vaya a desaparecer. Es un instrumento legal que tienen todas las empresas al que pueden recurrir para abrir un proceso de negociación con sus acreedores y que ninguno inste por su cuenta a pedir el concurso de acreedores para la compañía. Ahora lo que se abre es un periodo de negociación con los acreedores para refinanciarse e intentar buscar la estabilidad financiera en la compañía. Evidentemente este hecho no es agradable para nadie y las dudas por el futuro de Zinkia se irán incrementando a medida que pase el tiempo y no se vean resultados en las negociaciones. Pero también hay que decir que se puede salir perfectamente de la situación de preconcurso e incluso salir mucho más reforzada la compañía financieramente hablando.
En el MAB ya tenemos casos de todos los colores. Es decir, que Zinkia no ha sido la primera en presentar preconcurso de acreedores o incluso concurso de acreedores. En una situación similar ya han estado Suávitas, Nostrum, Diario de Negocio o Catenon. Unas no han podido salir y están en fase de liquidación como es el caso de Nostrum o Diario de Negocio, y por ejemplo otra, Catenon, ha salido reforzada de la situación de preconcurso de acreedores.
El caso de Catenon ha sido reciente. Este pasado 3 de junio presentó un Hecho Relevante al MAB comunicando que entraba en situación de preconcurso y que empezaban un periodo de negociación con el entidades financieras para refinanciar su deuda. Se dieron de plazo hasta finales de julio. El 8 de agosto comunicaron que habían conseguido refinanciar su deuda llegando a un acuerdo con sus acreedores que consistía en dos años de carencia en el calendario de amortización del principal, un año de carencia de pago de intereses y una ampliación de dos años de los vencimientos de dichas deudas. Salieron por tanto también de la situación de preconcurso de acreedores habiendo ganado un tiempo extraordinario para poder centrarse en su negocio y hacer crecer a la compañía sin que la deuda les ahogue. La acción durante todo este proceso sufrió muchísimo, llegando a cotizar a 0,29 en el mes de julio. Tras todos estos baches y obstáculos salvados, este 5 de noviembre la acción ha cerrado a 1,20 euros.
Volviendo a Zinkia, no sé qué ocurrirá. Seguro que vendrán sesiones y semanas moviditas. Aún con todo este nubarrón que a día de hoy rodea a Zinkia creo que la situación de la compañía se estabilizará y que mi inversión saldrá bien. También asumo que me puedo equivocar y no pasará nada. Perderé lo que tenga que perder y a otra inversión.
Aquí ya no entra un análisis en profundidad de los resultados, de las cuentas, de los márgenes, etc. Aquí lo único en lo que me fijo dada la situación límite a la que se enfrenta Zinkia es cuánto puede llegar a valer la marca Pocoyó. La fuerza que tiene la marca a nivel mundial y las audiencias que está registrando me hacen seguir siendo optimista. Estoy poniéndome incluso en el peor de los casos, es decir, que se plantee o llegue la liquidación de la sociedad. En esta situación habría que valorar los activos y una vez pagadas las deudas y compromisos, ver qué les puede quedar a los accionistas. Con esto de fondo, pienso que la marca Pocoyó vale bastante o sobre todo bastante más de lo que capitaliza la compañía en bolsa. Con la acción a 1 euro, la capitalización de Zinkia es de 24,5 millones de euros. Esta sería mi valoración mínima.
Ahora, es urgente la necesidad de capital por parte de Zinkia pero vía emisión de bonos va a ser imposible. Ya comenté durante la emisión que yo particularmente compraría antes acciones que bonos aunque el bono me diera un 11% de tipo de interés anual. Si asumo “riesgo Zinkia” prefiero comprar acciones a precios de derribo (que es a lo que creo que está cotizando Zinkia) antes que comprar bonos ya que con acciones, si la compañía sale de la difícil situación que vive a nivel de tesorería, la recompensa es muchísimo mayor. Pienso que con acciones a los precios a los que cotizaba en estos días, podrías multiplicar tu inversión por dos como mínimo en poco tiempo, si no es por tres o más. En bonos tendrías un 33% de rentabilidad al cabo de tres años, lo cual no está mal pero si la compañía no sale de la crisis financiera que vive, las pérdidas en ambos casos creo que podrían llegar a ser muy parecidas, y habría que contar con unas pérdidas muy abultadas en ambos casos a pesar de pensar que el activo de Pocoyó se podría vender a una gran distribuidora a nivel mundial o a una importante productora de dibujos animados y tanto los accionistas como los bonistas podrían llegar a recuperar todo. Pero la bolsa y estas situaciones nunca se sabe cómo pueden acabar. De ahí que haya que contar con que si la empresa no sale de la delicada situación que está viviendo, las pérdidas de los inversores pueden llegar a ser muy elevadas.
Lo que está claro es que Zinkia va a tener primero que refinanciar su deuda y luego buscar capital pero me parece que ya no le queda otra vía que la ampliación de capital. Esta opción su presidente dijo que era la última opción que quería acometer ya que no quería que los accionistas se diluyeran y menos al precio al que estaba cotizando la acción en estos días.
Pero no va a quedar otra. Si un inversor entra, creo que entra vía ampliación de capital a unos precios muy atractivos o vía bonos convertibles en acciones también a unos precios muy buenos para los futuros accionistas. Esta fórmula, la de bonos convertibles, es la que ha utilizado por ejemplo Bodaclick hace unos días.
Ahora voy a dejar las cuentas presentadas pero como ya he comentado, en esta ocasión quedan en un segundo plano dada la grave situación por la que está pasando Zinkia. Es decir, analizar mucho los números creo que no aporta mucho valor. Lo importante es ver si la marca Pocoyó vale a futuro, se pueden llegar a cerrar importantes contratos de licencias con empresas relevantes a nivel mundial y si se va a poder monetizar generando un flujo de caja libre importante en los próximos años.
Entrando un poco en los números del primer semestre vemos por ejemplo en materia de ingresos un crecimiento de un 19% en el apartado de contenidos o de un 104% en publicidad que quedan empañados con la caída del 88% de la partida más importante, la de licencias.
Y es que lo contratos de licencias no es que sean muy elevados en número. Es decir, con firmar uno o dos puede hacernos subir la cifra de ingresos por licencias en varios millones de euros. Por lo tanto, creo que en las licencias está la clave y el potencial de Zinkia con la marca Pocoyó. O firma los contratos o no habrá un gran crecimiento y no podrán salir de la difícil situación financiera que viven hoy.
No dejo el cuadro que suelo poner con la valoración de la compañía y con unos ratios (VE/EBITDA y PER) porque creo que ahora mismo hacer previsiones de ingresos y beneficios para 2013 y 2014 es aventurarse demasiado. La compañía ha entrado en un túnel muy peligroso que puede llevarle incluso a la liquidación. No lo creo. Creo que al final entraran inversores pero a unos precios muy atractivos para ellos. Podrían entrar a 1€ y creo que sería una gran inversión si la compañía se estabiliza y se hace un buen control de la tesorería. La valoración que hice tras la publicación de los resultados anuales de 2012 fue de 1,90€/acción. Sigo pensando que en un par de años la cotización puede estar perfectamente a estos niveles. Pero lo que no cabe duda es que aquí casi estamos en un todo o nada. Yo no apuesto por el “nada”, me mantengo como accionista con vistas a un par de años y creo que mi inversión saldrá bien. Si por lo que sea no sale bien esta inversión, aunque evidentemente no me gustará perder parte o todo el dinero invertido, tampoco sufriría ya que no supone mucha parte de mi cartera (un 4% aprox.)
En definitiva, se abre una etapa difícil y complicada para Zinkia con la situación de preconcurso. Habrá que seguir de cerca la evolución de las negociaciones con los acreedores y de la más que probable ampliación de capital de la compañía. La tercera vía es la liquidación y venta de la marca Pocoyó. Aquí incluso como he comentado durante el análisis creo que también los accionistas que compraran acciones por el entorno de 1 euro, recuperarían su inversión. Pero bueno, nadie puede asegurar nada como es lógico y hay que esperar cualquier cosa. Sólo queda seguir de cerca las novedades de la compañía, sobre todo para los que a día de hoy somos accionistas y también para los bonistas de hace tres años los cuales deberían cobrar el principal de los bonos en este mes de noviembre.
NOTAS
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Nota 2:
- Juan ST es accionista de Zinkia